Vértigo

Osasuna produce vértigo. Su posición vertiginosa en la tabla y su estilo de juego, cada vez más consolidado y automatizado, encienden la llama de la ilusión. Lo más importante es que el componente “equipo”, algo típico, pero esencial en este deporte, existe. Una ausencia tan relevante como la de Carlos Clerc fue olvidada por un Iñigo Pérez estelar reconvertido en lateral izquierdo. Creo que, su nueva aventura, proporcionó a Osasuna mucha claridad en inicio y también llegada con criterio desde banda izquierda con superioridad.

Fran Mérida no estuvo solo a la hora de progresar con balón por dentro y la amplitud que generó Kike Barja fue mucho mejor aprovechada que de costumbre. La alta precisión en los pases, las jugadas hilvanadas con sentido ofensivo y la elevada profundidad, tanto por fuera como por dentro de Osasuna, fueron los máximos elementos que produjeron el bloqueo del Cádiz. No es sencillo crear tantas ocasiones de gol al quinto equipo menos goleado de Segunda División, y más tendiendo en cuenta su importante trayectoria. El mismo once de Cervera fue capaz de marcar tres goles al Deportivo la última jornada y de conectar sin impedimento alguno.

Osasuna fue de menos a más, a pesar de que no mereció el 0-1. Tanto Kike Barja como Iñigo Pérez buscaron ampliar el campo para profundizar por fuera, pero Roberto Torres, Rubén García y Fran Mérida pudieron y supieron aprovechar los espacios por dentro. Oier y su trabajo sin balón también tuvieron mucho que ver. El Cádiz con José Mari más retrasado y con Garrido y Álex como interiores no pudieron aparecer a la espalda del centro del campo de Osasuna, porque la presión en bloque alto de los de Jagoba no lo permitieron. Tanto es así que la línea de tres más avanzada formada por Jairo, Lekic y Vallejo, prácticamente, no pudo aparecer en todo el partido. Sin quererlo, dejó muchos espacios, intersectorial e intrasectorialmente, facilitando mucho la producción ofensiva de Osasuna.

A mi modo de ver, el Cádiz no supo ver que, tal vez, creando superioridad por banda derecha hubieran creado más peligro a Osasuna. Posiblemente, Cervera, a través de la entrada de Salvi, lo buscó, pero Jagoba al ver el peligro que esa circunstancia provocaba cambió de banda a Roberto Torres para ayudar a Iñigo en el lateral, retirando a un cansado Barja por Nacho Vidal que ocupó la banda derecha. Interesante entrada para buscar la superioridad junto con Lillo contra Aketxe, jugador fuera de su posición natural. Ante la presión de Osasuna, el Cádiz no buscó un plan B a través de un estilo directo y se enredó en el centro del campo realizando pases dubitativos que terminaron en pérdidas continuas.

En fase defensiva, Osasuna se replegó bien cuando el Cádiz conexionaba rápido a partir de recuperaciones en zona de creación. Sin duda, Unai García y David García estuvieron muy correctos a lo largo de los noventa minutos dando un golpe encima de la mesa, porque no tuvieron compañeros de batalla sencillos para ganar los duelos individuales. No obstante, alguna que otra pérdida pudo costar caro. El 0-1 del Cádiz fue más demérito de Osasuna que otra cosa, porque una pérdida por dentro provocó que Jairo tras una larga conducción en un 4 vs 5, encontrara a la defensa fuera de sitio.

Un párrafo exclusivo merece Juan Villar que, con su esencial trabajo en la presión en zona defensiva y de creación, intimidó al Cádiz y propició varias recuperaciones de Osasuna cerca del área rival. Pero, también, merecen mi humilde halago sus bajadas continuas al centro del campo para clarificar la progresión del equipo. Los desmarques de ruptura abriendo espacios a Rubén y Roberto, entre otros, fueron un escándalo. Lástima el gol, que fue lo único que le faltó, a pesar de tener incontables ocasiones a favor.

Señores rojillos, vértigo. Hacía mucho tiempo que Osasuna no contagiaba tanto. Hacía mucho tiempo que Osasuna no hilvanaba jugadas rápidas con claro sentido ofensivo. Hacía tiempo que Osasuna no presionaba con criterio ni recuperaba tras pérdida. Hacía tiempo que en El Sadar no se aplaudía la presión en un saque de banda o una carrera de campo propio a campo rival. Hacía tiempo que Osasuna no era fiel a sus principios. Osasuna, mi fiel amigo, vas por buen camino. Próxima parada, Las Palmas.

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